martes, 5 de abril de 2016

La Bruja


Yo no creía en los fantasmas, ni duendes, ni cosas fuera de este mundo, hasta que lo vi,
-si-, lo vi con mis propios ojos.
Mis primas y yo, jugábamos a tirarnos globos de agua unas a otras, y en varias oportunidades nos habíamos resbalado y caído, pero eso era, lo más divertido, pero en cuanto llegó la tía Ruperta, todos nos quedamos quietos, esperando que nos grite como de costumbre.
¡Quien les ha dicho que se mojen de ese modo!, ¿Acaso no saben que se pueden resfriar? – requintó ella.
Estaba oscureciendo, habíamos jugado toda la tarde hasta caer la noche.
Desde la cocina la vimos que se puso a secar, recogía el agua y lo escurría en el jardín, en eso hemos visto bajar una especie de pavo gigante, tenía garras, tenía el cuello muy largo, las alas gigantes y se puso a revolotear en la cabeza de mi tía Ruperta.
Nosotras gritamos hasta más no poder.
¡Ayuda!, llama a tu mamá, - decía mi tía con un tono de desesperación-.
Nos quedamos heladas viendo como le golpeaba la cabeza con sus patas y una risa maquiavélica resonaba en el lugar, yo lo vi, me quedé traumada, no podía reaccionar, entre en pánico mientras mi tía gritaba ¡Es la bruja! ¡Es la bruja!
Mi tía fue internada en el hospital, todas llorábamos del miedo, pedimos a mi abuela que nos sacara de esa casa, y nos llevaron a casa del tío Pepe. Todas hablábamos a la vez, no nos podíamos controlar, pero,
 -las brujas no existen- le decíamos al tío.
Tienen que estar tranquilas nos dijo, y nos contó su azaña.

Cuando yo era joven, atrapé una bruja, aunque no me crean, yo no les tenía miedo, pero ellas saben dónde atacar, se van directo a las personas de temperamento débil, con el simple hecho de asustar, eso es lo que les gusta hacer, se divierten mucho con eso.
Fue el día de mi santo, 23 de julio, cuando paseaba por el coliseo cerrado y a espaldas de ahí, se me apareció la bruja, era enana y con los pelos largos hasta el suelo, se me fue encima, y la cogí del brazo, le amarre con una soga, y me la lleve en al campo, quizá esto les parezca cruel pero, la jale por todo el lugar de los cabellos, quería darle su merecido, pues siempre asustaba a los pobladores del lugar, la deje colgada de un árbol y ¿Saben qué?, el árbol se prendió con fuego y ella desapareció, hasta el día de hoy nunca regresó.

Por la PTM  

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